martes, 7 de agosto de 2012

Una larva. Una sirenita. Un polluelo miedoso.

Hoy me siento una larva quiescente, esperando que amaine la tormenta para poder salir de mi cubierta. Todo a mi alrededor me indica que permanezca un poco más en mi escondite; sin embargo me muero por salir al exterior y vivir a la luz del sol. Soy Sirenita buscando cachivaches que me dén algo más de información de ese mundo que anhelo desde las sombras. Por eso mismo también soy carne de cañón para esos monstruos que me harían pagar un alto precio por un par de piernas. Me encuentro presa de mi ansia de volar, soy el polluelo miedoso del nido, el que teme acabar estrellado contra el suelo por hacer un mal vuelo. A pesar de todo, miro al precipicio con la única idea de sortearlo y llegar al otro lado, donde de verdad empieza el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario