domingo, 11 de septiembre de 2011

Toma mi vida.

Te doy mi vida. Tómala es tuya. Cuídala, protégela, consérvala porque es mi bien más preciado, es aquello por lo que lucharía hasta las últimas consecuencias. No la dañes y extrae de ella la energía necesaria para renovar las tuyas propias. No hagas un mal uso de ella porque en seguida se estropearía y no funciona a pilas. Tómala porque confío en ti. Sé cómo cuidas las cosas, siempre te he observado lo delicadamente que tratas todo aquello que te rodea, por eso es tuya. Porque seguro que funciona mejor contigo que conmigo. Toma mi vida, es mi regalo de despedida.

jueves, 8 de septiembre de 2011

La Isla.

La Isla es mi reducto de fantasía. Escapé allí una vez por necesidad de evasión y cometí el gravísimo error de enamorarme de ella perdidamente. Una importante parte de mi alma quedó allí atrapada y ahora sólo quiero retroceder en el tiempo y volver a la isla, perderme en ella, en su arena, sus aguas claras, sus palmeras, su cueva, su cielo estrellado. Sin embargo, la Isla no estaba totalmente desierta, había una persona más, con la que tuve el placer de conocer aquel mágico lugar y hacerlo tan real como nosotros mismos. Sin ella, la Isla no me hubiera cautivado tanto, sin ella no habría dejado parte de mi ser olvidado en aquella cueva, sin ella no habría escrito esto, sin ella me hubiera perdido una experiencia inolvidable que espero recordar por siempre.

Porque, estés o no, siempre volveré a la Isla.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Sin ti vuelvo a caer. A ti amigo mío.

Sin ti vuelvo a caer, vuelvo a sentir el peso de la realidad sobre mis hombros castigándome por no haber conseguido retenerte a mi lado, sin ti vuelvo a la nada, a la inexistencia, a mi estado primitivo, a mi desgana, a las preguntas sin respuesta, a las frías garras de la soledad, a la locura de mi pensamiento desatado, sin rumbo, al caminar errático por la vida sin tu mano amiga que me guía. Porque diste luz a la sombra, porque lo llenaste todo sin buscarlo, porque encontré en ti un báculo, una imperiosa necesidad de agarrarme a la vida, porque me has dado más paz de la que podía soñar, porque me cuidas, porque vivo en tu pensamiento, porque duermes aferrado a tu almohada, porque me has dado felicidad a pequeñas dosis diarias siempre acrecentando en mí las ganas de hablarte, de confiártelo todo, de tenerte en mi vida. Porque eres mi reciente descubrimiento, mi tesoro, mi refugio, porque siento la urgencia de cuidarte y hacerte feliz, porque te quiero amigo mío.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Cuando se ama el final se presiente.

Cuando se ama el final se presiente, se nota un frío, un vacío tan triste, te inunda el alma un ruido insoportable, el dolor te atenaza, se hace inaguantable. Se te agarrotan los músculos, te vuelves minúscula, quieres detener el tiempo aunque sabes que no hay manera de evitar que llegue ese final que tanto temes. Quiero decirte que te amo, quiero decirte que eres mío, quiero decirte que estoy aquí, que por tenerte desvarío, que no te cambio por ninguno, que cada despedida es una vuelta a la cima del precipicio, aunque me aleje de tu lado debo decirte que te amo porque es mi única verdad.