domingo, 30 de septiembre de 2012

Reencuentro.

Después de todos estos años por fin te he encontrado y nunca antes el reencuentro me había sabido tan rematadamente dulce. Verte entre el gentío fue realmente alentador, al principio creí estar ante un espejismo pero cuando me vi de nuevo entre tus brazos supe que ya no sería nunca más un sueño imposible. Cuando nos dimos los dos besos de rigor me golpearon los recuerdos de esos días de miradas furtivas en el viejo caserón y de pronto me sobrevino ese conocido rubor incontenible en las mejillas al cruzar dos tímidas palabras contigo. Lograste volver a embelesarme conn tu sonrisa tierna, tu cálida mirada, tus gestos, todo tú. Ojalá no tengamos la necesidad de volver a reencontrarnos en mucho tiempo. Gracias por volver a mi vida.

lunes, 24 de septiembre de 2012

S.O.S Soy una muñeca de trapo!

Aquí me encuentro vacía, mirando al infinito con un blues al final de los auriculares sin saber muy bien qué pensar o qué hacer. De repente me he quedado sin movimientos en esta partida de ajedrez que es la vida. Ya no me quedan más enroques. No más ases en la manga. No sé si es la melancolía de Norah Jones o la triste compañía de este portátil en la noche, pero no me vendría mal ahogar las penas en una botella de sangre de ágave. Podría llamarte pero me lo impiden cientos de razones. Podría decirte que nos dejáramos de tonterías y te fugaras conmigo como la letra de ese "Come away with me" pero también me lo impiden unas cuantas razones. Si no me sintiera como esa muñeca de trapo que desechamos tras darnos cuenta de que no vamos a jugar más con ella porque en el mercado hay otras muchas de plástico del bueno y melena impresionante, quizá volvería a la carga sin más vacilación que la de "¿qué me pongo hoy?", pero no me quedan fuerzas, no tengo ganas más que de llevar estos pantalones de pijama tan cómodos y este blusón que oculta todos los kilos que se han ido pegando a las caderas sin permiso alguno tras esas tacadas ansiosas de lo primero que hubiera en la nevera. Ya no queda esperanza, ya ni siquiera duermo por miedo a no querer despertar mañana. ¡Qué mierda ser yo! ¡Qué gran mierda! Y qué inteligente ponerme a escuchar blues en estas horas de delirio típicas de un despojillo humano que busca ahogar sus penas en unas tristes notas colocadas adrede para tintar el alma de gris...

Cuando todo pierde el sentido.

Cuando todo pierde su sentido primigenio, no hay vuelta atrás. El tiempo se encarga de transformarlo en una maraña informe en el recuerdo y quien se adentra en las entrañas de semejante atrocidad tarda en salir del laberinto. Si es que logra hacerlo. Esa masa de recuerdos y tiempo pretérito envuelve al ser indefenso que se resguarda en ellos creyéndolos momentos mejores. Es la peor pesadilla de quien vive sin presente por temor a que también se convierta en pasado, del que se aferra a él dejándose arrastrar porque todo lo demás carece de sentido. Entonces, cuando el presente no se vive no hay retorno posible, ya nada es igual. No es vida.

domingo, 23 de septiembre de 2012

A las chicas.

Una velada con vosotras es ganar años de vida. Me siento tan afortunada de que mi madre os tenga de amigas… No os podéis hacer una idea. Disfruto cantidad de estos ratos que nos regala la vida celebrando los cumpleaños, un ritual que conozco desde que tengo uso de razón y disfruto cada vez más. Doy gracias por conoceros y por poder pasar ratos increíbles con vosotras. Sois de las mujeres que más admiro y siempre lo haré. Sois estupendas en todos los sentidos y de mayor me encantaría ser como vosotras. Desde luego no me faltan ejemplos para conseguirlo.

Espero seguir celebrando muchísimos cumples más. ¡Os quiero chicas!

sábado, 22 de septiembre de 2012

A Felisito, con todo el amor del mundo.

Cómo estás creciendo chiquitín. Hoy me he dado cuenta cuando te he oído seguir con tus vocales imperfectas el ritmo de nuestros cantos. ¡Y eso que sólo tienes tres mesecitos! Eres increíble pequeña pulguita. Si fueras consciente de por qué se nos cae la baba a todos... Eres la alegría de la familia, nuestro soplo de aire fresco, nuestra esperanza. En ti vemos la prolongación de nuestras vidas, de nuestros sueños. Representas nuestro mañana. En ti depositamos toda nuestra fe en un mundo mejor, lleno de alegría, de posibilidades, de fuerza, de valores, de optimismo… Contigo la vida sigue y siempre estaremos cuidando tus pasos para estar ahí cuando te tropieces y para compartir tus alegrías y tus penas. Somos tu familia y no hay nada que nos mueva más en este mundo que sacarte adelante y que seas un niño feliz, que cuenta con todo nuestro amor. Estuvimos en tu nacimiento, te hemos visto coger kilitos poco a poco, enfocar la mirada, reírte, patalear, escalar... Y con todos tus progresos nos haces felices. Ojalá podamos compartir contigo muchos más momentos como los que nos estás regalando desde tu venida al mundo. Te queremos mucho pequeñín.

Tirar la toalla.

He pensado tirar la toalla, rendirme en todo, dejarlo todo, dejarme llevar por lo inevitable, perderme en el tiempo, encerrarme entre mis sábanas y protegerme en un sueño interminable. He acariciado la idea de dejar de tirar de mí y abandonarme en una huelga de ilusiones que termine definitivamente conmigo. Quizá sería todo mucho más simple, quizá sería lo correcto para evitar la tragedia.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El último amanecer.

Los expertos dicen (yo no llevo la cuenta) que mañana será el último amanecer del verano... ¿Sabes lo que me hubiese gustado compartirlo contigo? Juntos podríamos haber acompañado al Sol en su último espléndido despertar antes de la decadencia otoñal. Sería mi estampa perfecta contigo, la que me falta por coleccionar en ese álbum de recuerdos "PROHIBIDO OLVIDAR" que guardo para que beba mi memoria cuando tenga sed de ti. Lo imagino enroscada en tus brazos en el banco más alto del parque, ése desde el que se ve todo Madrid y más allá las montañas y la fina línea del horizonte, viendo reflejado en tus ojos el viraje del color del cielo, bebiendo de tu piel los dorados destellos agónicos, saboreando en tus labios el último adiós del verano.

Definitivamente inútil.

Efectivamente he llegado a la conclusión de que soy inútil. Una ni-ni de ésas que llaman ahora, porque ni se me da bien una cosa ni la otra y sin embargo, pierdo el tiempo pensando que soy medio buena en ambas. ¡Qué pena de vida! Cuánto esfuerzo en balde... Cuántas horas tiradas a la basura empleadas tontamente en buscar cosas que no están a mi alcance, desgastándome hasta quedar en los huesos, más pálida que la cal y con una cara de póker que no se pué aguantar. ¡Cuánta desilusión! ¡Cuánto desengaño! Ay que ver... Y cuanta tontería por mi parte. Mejor hubiese sido arrancarme de la cabeza ideas extrañas que me hacían volar entre nubes de algodones y vivir en mi burbuja de ilusión, para no estamparme contra el suelo estrepitosamente (una vez más). Lo peor de todo es que éste último ha sido el batacazo del siglo, vamos que me extraña que no hayan oído el estruendo en Filipinas, porque ha sido fino, fino... Y lo peor de todo es que no sé si tengo fuerzas para levantarme. No soy de las que se rinden pero ya nada es igual. Ya se ha desgastado todo en lo que creía y para sobrevivir sólo veo una solución..: inventarme de nuevo para salir del atolladero. Buscarme otra filosofía de vida porque la mía ya se ha quedado obsoleta y no me da beneficios que puedan encuadrarse en el marco socio-económico-político-filosófico de la actualidad. En otras palabras, he de dejar de vivir en mi mundo para renacer en el que, por cojones, me ha tocado vivir. Sea.

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Recuerdas aquella tarde?

¿Recuerdas aquella tarde de verano cuando éramos dos críos sentados en ese banco herrumbroso del parque sin dejar de mirarnos, de hablar, de reir..? Yo no puedo olvidarla. Desde entonces vivo atrapada en aquel momento. Eras mi ídolo, mi príncipe azul y allí estabas, junto a mí, deteniendo el tiempo a nuestro alrededor con tu sonrisa, secuestrando mi mirada con tu magnetismo irresistible de Indiana Jones de barrio. Eras la aventura en persona, el deseo de cualquier adolescente en busca de peligrosos romances. Eras inalcanzable y sin embargo, yo tuve la inmensa suerte de tenerte como amigo y compartir tantos buenos ratos contigo. Una mala jugada del destino quiso separarnos (dicen que está muerto, ¿sabes?) y ahora tú tienes tu vida y yo la mía. He pensado miles de veces ir a buscarte, dejarlo todo e ir a localizarte, pero también he valorado lo increíblemente estúpido que sería por mi parte. Sin embargo, te echo de menos (no sabes cuánto) y aún añoro aquellos cumpleaños en mi casa jugando al Mario Kars, a las aventuras en busca de tesoros escondidos, a cortarle el pelo a las barbies... No puedo evitar sonreirme al escribir esto. Eres mi mejor recuerdo de aquel entonces y por lo que volvería atrás en el tiempo. Me hubiera gustado tanto despedirme bien de ti... En un cajón conservo la foto del Parque de Atracciones y siempre se me van los ojos a aquel niño vivaz que me devuelve la mirada con una gran sonrisa. Para mí no has cambiado nada, permaneces en mi memoria tal y como te conservo en las fotos que pueblan mis álbumes de la infancia, aunque en las redes sociales te vea tan distinto que me cuesta reconocerte. Supongo que te perdí para siempre, que ya no serás nada más que un precioso recuerdo aunque hubiera dado todo por quedarme allí de donde me fui por exigencias del guion. A veces rezo para que tú también te acuerdes de aquella tarde de verano y todo lo que vivimos juntos.

En mi cama.

En mi cama hay hueco de sobra para los dos. Acurrucaditos entre las sábanas podemos fabricar sueños de colores, flores, besos, estrellas y sabores. Y de la mano podemos recorrer el mundo entero y parar a descansar en la punta del Kilimanjaro. Y en el lago azul podemos comernos las bocas y los cuerpos. Luego en el desierto rodaremos entre las dunas hasta que el barco pirata emerja de la nada para llevarnos de vuelta a casa navegando entre las nubes de algodón. Y entonces en ese mágico instante del despertar, abriré los ojos y te veré a mi lado.

Esta pasión mía.

Esta pasión mía enfermiza por ti me está matando. Ya no puedo pensar con claridad sin que tú te me aparezcas entre ráfagas de pensamiento. No hay voluntad propia en mis actos, mis pasos ya no buscan otro camino que no sea el que me lleve hasta ti. Ayúdame a tomar de nuevo el control de mi mente y mi cuerpo, que parecen más tuyos que míos. Enséñame de nuevo a caminar según mis designios y no los tuyos. Enséñame porque parezco haberlo olvidado por completo.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Desde este cuarto estéril.

Desde este cuarto estéril en la planta del hospital te he visto tras el cristal y sólo el crujido de los huesos me ha impedido salir detrás de ti para sorprenderte con el mejor de los abrazos y el beso más tierno, ése que te había prometido antes del accidente. Sin embargo, has pasado de largo y ni siquiera me has dirigido la mirada. ¿Cuánto tiempo ha pasado para que te olvides de mí desde la última vez que estuvimos juntos prometiéndonos la luna y una caja llena de minutos y horas eternas de amor? ¿Qué te ha hecho ignorarme de esta manera? Entonces vuelvo a la cruda realidad cuando te veo de la mano de ella y recuerdo que no todo fue felicidad contigo. Entonces otro dolor muy distinto al que me provocan las muchas fracturas que redujeron mi cuerpo a la mínima expresión me inunda. Recuerdo que antes de la tragedia ya me alimentaba de este dolor y lo vuelvo a hacer mío, sintiendo su sabor adictivo. Ya tendré tiempo de cambiar de dieta, que la del hospital me sabe a poco.

Exactamente tú.

No quiero a nadie que no se parezca exactamente a ti. No quiero a nadie más que a ti y a tu peculiar forma de decirme “te quiero”. No quiero toparme con nadie más en esta vida que contigo. No quiero hacer otra cosa más que enamorarme una y otra vez de ti. Eres irrepetible y quiero más de eso que sólo tú me das. No quiero nada distinto porque lo que quiero eres EXACTAMENTE TÚ.

Con cariño, de tu hija.

Hoy he sonreído un poco al verte cantar junto a mamá. Si supieras lo feliz que me hace oírte, ver que pones todo tu empeño porque salga adelante el proyecto de coro para la boda de nuestros amigos. Creo que mamá también ha notado un pequeño cambio en ti, una reminiscencia de lo que fuiste y que habías dejado morir por la maldita depresión. Quizá no haya entendido del todo qué te pasa, qué te ha llevado a semejante situación, pero sé que no es tu estilo, que tú eres el optimismo en persona, la alegría de la huerta. Sólo espero que algún día puedas escapar de esto que te consume, y que nos liberes a todos de este bruma de nostalgia y desilusión. Danos tu presente y vívelo como solías hacer, con esa sonrisa tan grande que irradiaba energía vital por doquier. Nada es lo mismo sin ti. Eres el motor, el que tira de las emociones de todos nosotros. No nos acostumbramos a tener que tirar de ti. Por favor, sal de esto, te necesitamos como antes. Los políticos, el trabajo, los problemas familiares.., no merecen quitarte la ilusión, tu vida. Vuelve con nosotras y sé el que eras.

Con cariño,

De tu hija.

viernes, 14 de septiembre de 2012

He estado pensando en ti.

He estado pensando y no puedo evitar echarte de menos. Entraste en mi vida sin previo aviso y fuiste una bendición, me diste algo que ahora sólo quiero contigo, y siempre te estaré agradecida. Me has dado los mejores ratos de mi presente (ojalá te hubiera conocido antes)y, cuando por razones que sólo conoce el destino desapareces, se me parte el alma. Te echo de menos.

Una noche preciosa ¿no crees?

Es una noche preciosa ¿no crees? Aquí tumbados los dos, cubiertos con las sábanas estrelladas del firmamento, juntitos, como si de un sueño de esos edulcorados míos se tratara. Y se está tan bien que no podría ni querría estar en ningún sitio distinto, mi amor. Aquí contigo y sólo contigo, muy cerquita de ti, mirándote a los ojos como hago en estos momentos, acariciándote como hago justo ahora, cantándote muy bajito al oído, fundiéndonos en un abrazo y luego un beso y luego otro, y otro, y otro más... Y entonces es cuando digo entre susurros que eres mi momento más especial y que me alegro de haberte tirado aquel café encima, aquel bendito café que nos obligó a cruzarnos en la vida del otro por accidente.

Espíritu Libre.

No podía aguantar aquella situación por más tiempo, la sangre le hervía cada vez que oía esos gritos reverberar en su cabeza, el pulso y la respiración se aceleraban y un aullido se le encajaba en la boca a punto de estallar. Sentía deseos de dejar atrás su viejo mundo, su viejo yo. Pero era consciente de que los recuerdos nunca la abandonarían, sólo podía tratar de aplacarlos, pues nunca aprendería a vivir con ellos. Quizá pudiera alejarlos por un momento si corría más que ellos. Así que cogió su caballo y galopó veloz por aquellos parajes desolados con el viento azotándole la cara, robándole las lágrimas que pertenecían al pasado y transmitiéndole un sentimiento nuevo. Debía luchar, no quedarse atrapada en aquellos gritos, en ese sentimiento mortuorio que la anclaba a una vida que no era la suya. Debía luchar por aquella que por derecho propio le pertenecía. Así se dejó llevar a lomos de su montura escapando del tiempo, sintiéndose un espíritu libre.

En otros labios.

LLevo tiempo buscándote en otros ojos, otros labios, otros abrazos, otras caricias, otros amaneceres enredados entre las sábanas, otros paseos por la arena, pero no soy capaz de encontrarte y tu recuerdo es cada vez más difuso. Ojalá pudiera revivirte, volver a aquel tiempo en el que éramos nuestros, en el que no había otros ojos, otros labios, otros abrazos, otras caricias más que los tuyos. Todo eso lo guardabas para mí, no había más destinatarios que yo y eso me daba la vida. Ahora sin ti estoy vacía, buscando llenar ese profundo abismo que dejaste y que nadie nunca logrará ocupar.

El Sol.

Hoy he visto caer el sol en el cielo rompiendo la tensión superficial del horizonte y he querido bailar en él, meter la punta de los dedos en sus ríos ardientes, bañarme en sus lagos rojos, subirme a un rayo y acariciar tu rostro al amanecer, recoger un pedacito de él y lanzarlo veloz al firmamento alumbrando tus sueños en la noche.

Escrito desde el pozo.

Qué raro se me hace escribir desde el fondo del pozo, desde la más inextricable oscuridad, desde las entrañas del dolor, haciendo ese esfuerzo incomprensible por que las palabras logren llegar a la superficie, hasta ti. Sin embargo ahí estoy, malherida, muerta de hambre y con los fantasmas del pasado como única compañía. No me quedan fuerzas para dejarme las uñas clavadas a la piedra, ni la voz en el vacío. Sólo me queda abandonarme a ese extraño sueño que me va venciendo poco a poco, ése que aparece como única solución, la única cuerda salvadora en la nada. Me invade muy despacio la oscuridad por la boca y se engancha a la lengua tirando de ella haciéndome vomitar todo el odio para luego seguir colonizando también los pulmones, llenándolos de negro paralizante, para después llegar veloz a mis brazos, mis piernas, dejándolos inertes, incapaces de responder a la mínima orden de movimiento. Se acabó. Todo, todo se acabó y yo también.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Quizá entonces y sólo entonces deje de escribir.

He pensado muchas veces si me merece la pena escribir tanto, si no sería mejor reservarme para mí ciertos pensamientos, en vez de desnudar el alma en un forcejeo continuo con mi propia intimidad, si no sería más profesional buscar la calidad en vez de la cantidad... Pero también me he dicho: entre tanta basura algún día podría aparecer la piedra preciosa que tanto deseas, ésa que se te escapa, ésa que permanece oculta entre la maraña de los pensamientos caóticos y que, al final, por un desliz fugaz y genial del cerebro, ha querido aparecer entre tanta palabrería absurda, tanta fruslería. Quizá con ella fuera de mí sea yo capaz de abandonar su búsqueda ansiosa, esa caza furtiva en la que me embarqué hace tiempo como si de ello dependiera mi vida y que no he querido ni podido abandonar. Quizá entonces y sólo entonces deje de escribir. Pues quizá sea ésa la razón de todo. Quizá escriba para encontrar esa joya, quizá nunca la encuentre. No resulta nada descabellado pensar que pudiera aparecer burlona bailando en mi último suspiro, y que en ese postrero hálito la encuentre por fin... Sólo entonces, repito sólo entonces dejaré de escribir.

Amor de verano gallego.

Me pillaste en pleno esplendor de la genial edad del pavo y probablemente ésa sea la razón por la que pareces haberte grabado a fuego en mi memoria. Fuiste lo mejor que me pasó en ese viaje a Galicia que aún recuerdo como si no hubiera otro tiempo mejor en mi vida. Las páginas de mi diario de adolescente escrito entre bellos eucaliptos estaban llenas de ti. Tú por todas partes. Tú a todas horas. Tú a escasos metros, al otro lado de la pared de la habitación de aquella casa rural de espíritu algo desvencijado. Tú sin saberlo eras el visitante más especial de mis sueños aún atenuados por la inocencia radical de la reciente niñez. Pero un abismo de años nos separaba y probablemente muchas otras cosas que habrían hecho imposible mi mayor deseo.
Aún hoy leo las páginas de ese diario de corazones y tonos pastel que reposa sobre mi mesilla para empaparme de tu recuerdo. Me gustaría que supieras que aún pienso en ti y que confío en volver a verte algún día y bañarme en la esencia de aquellos días de verano junto a ti.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Fierecilla mía

Qué difícil resulta dominar la tempestad, las corrientes marinas, los caprichos del destino, la voluntad de la Parca, las colisiones estelares en el firmamento, los ciclos lunares, las leyes naturales... Pero tampoco es fácil, fierecilla mía, dominar el color de tus pupilas, tus manos cuando me acaricias, la intensidad de tus besos crepusculares, ese escalofrío al envolvente sonido de tu voz... Lo increíblemente difícil es, fierecilla mía, lo creas o no dominar este loco corazón desbocado que te ama.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Qué patético es quererte pero te amo.

Qué patético es quererte y ni siquiera tenerte cerca. Qué horrible pesadilla es temer por ti a cada instante y en la distancia. Qué triste es amarte sin remedio, sin marcha atrás, sabiendo que no habrá la más mínima reciprocidad. Qué triste es encontrarme pensando en ti a todas horas arriesgando mi equilibrio. Porque nada me protege del sufrimiento que me golpea cuando salgo de mi burbuja de cristal para aferrarme a un momento contigo. Nada frena el batacazo. Nada me previene cuando el corazón se desboca. Y tú lo has conseguido. Has conseguido volver loco al mío. Hacerlo trotar de alegría cuando te atisbo en el horizonte. Me has hecho perder la cabeza. Me has arrancado de todo cuanto me aferra a esta tierra para clavarme a ti con todas las consecuencias. Te amo sin remedio, sin red, sin cura, sin salvavidas, sin vacuna. Te amo enteramente y al amarte salto al vacío desgarrándome la piel con las aristas de tus rechazos. Qué patético es quererte, pero te amo.

Encarcelada.

¿Cómo puedo escapar de tanta desesperación, de tanta confusión, de tanta desorientación dentro de mí si ni siquiera soy capaz de seguir firmemente mis propios criterios? ¿Cómo puedo dejar de esconderme y tomar la iniciativa? ¿Cómo puedo hacer frente al dolor sin que me consuma hasta reducirme a la mínima expresión de mí misma? ¿Cómo puedo encontrar el camino? ¿Dónde se halla la solución de los problemas? ¿Dónde busco si todo parece indicar que sólo el tiempo decidirá? ¿No hay más camino que el del tiempo? Me niego a pensar que no hay nada que yo pueda hacer para recuperar lo que fue, lo que fuimos. Me niego a aceptar que esto es todo a lo que hemos quedado reducidos. Me niego a resignarme a esta extraña sensación que me hace querer ser lo que no soy, buscar mil caras para una misma persona, tan frágil e insignificante como cualquier otra, que se enfada cuando muestra su verdadero yo por no ser aquello que espera ser, por verse encerrada en una vida que se le echa encima, que le supera, para la que no está preparada, que la paraliza cuando las cosas se ponen difíciles. El pasado se me ha escapado del todo y ha dado lugar a un extraño punto en el presente que no acabo de asimilar. Todo parece pasar a mi alrededor y yo sin embargo vivo impasible, en un continuo sufrimiento, encarcelada por mí misma en mis propios miedos, mis flaquezas dejándome dominar por ellos que parecen tomar forma de horribles pesadillas que me atormentan incluso despierta.

Sólo sé que no puedo seguir así. Quiero poder vivir tranquila conmigo misma. En paz. Disfrutar de la existencia y no convertirla en una meta sino en un proceso.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Es lógico?

¿Es lógico que te desee tanto? ¿Es mínimamente razonable que sienta todo esto por ti? ¿Por qué no puedo evitar esto que me provocas? ¿Por qué no reacciono cuando me quema tu recuerdo en vez de arder contigo también? ¿Por qué ya no hay orden en mi vida sino una vorágine de sentimientos encontrados? ¿Por qué todo me lleva a ti? ¿Por qué me atraes sin remedio? ¿Por qué no existe cura para tanta confusión? ¿Por qué te necesito tanto, te odio tanto, te amo tanto? ¿Por qué?