No quiero perder ni un solo momento en esta vida.
No quiero llorar por haber perdido el tiempo en cosas inútiles.
No quiero morirme sin haberte conocido.
Quiero descubrir todo lo que mi mente me permita.
Quiero reír de alegría junto a los míos y a los que se incorporen al grupo.
Quiero vivir cada instante como si fuera el último.
Y soñar con los ojos abiertos sin importarme cuánto tiempo pueda permanecer dormida.
Quiero morir habiendo vivido sin bajar la guardia, haciendo frente al tiempo que se escurre entre mis dedos; enamorándome cada día de lo que me rodea y me hace sentir viva.
Quiero abrazar al mundo y fundirme con él en una sola alma.
Quiero respirar bocanadas de aire puro que me abran los sentidos y me recuerden por qué estoy aquí contemplando el cielo sintiéndome insignificante y a la vez mirando a la tierra en la que me veo como un pequeño significado.
Quiero diluirme en estas sencillas palabras y en la más grande novela.
Quiero encontrar a Dios y llegar a ÉL no sin antes haber cumplido mi papel en la tierra.
Quiero recordar a mi abuelito con cada nota de mi piano y llegar a él a través del viento; y grabar en mi memoria todo el tiempo que estuvimos juntos desde que le vi por primera vez hasta el día en que cerró los ojos.
Quiero a mis padres caminando juntos, portando esa luz que me guía.
Quiero poder vivir lo suficiente para enseñar a mi hermana todo lo que la quiero y servirla de guía y bastón para que se apoye en mí cuando lo necesite.
Quiero disfrutar con mis abuelos mientras la gélida sombra no me los arrebate; y que llenen su tiempo con risas y buenos momentos.
Quiero llenar la soledad de mi tía y curarla con cada caricia y cada abrazo.
Quiero salvar a mi tío de ese pozo sin fondo.
Quiero seguir hablando largos ratos de todo y de nada con el que esté dispuesto a escuchar mi silencio.
Quiero tender mi mano a todo aquel que quiera aceptarla y al que no, también.
Quiero que todos a los que no haga mención en esta carta se sientan igual que los que tienen un hueco en ella.
Quiero seguir siendo como soy y estar alerta y con los ojos bien abiertos para reconocer mis errores.
Quiero que esta pasión que siento encuentre dueño.
Y cuando llegue mi hora, que mi cuerpo inerte alimente a la tierra, que mi alma se reúna con los míos y mi recuerdo prevalezca.
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