domingo, 11 de septiembre de 2011

Toma mi vida.

Te doy mi vida. Tómala es tuya. Cuídala, protégela, consérvala porque es mi bien más preciado, es aquello por lo que lucharía hasta las últimas consecuencias. No la dañes y extrae de ella la energía necesaria para renovar las tuyas propias. No hagas un mal uso de ella porque en seguida se estropearía y no funciona a pilas. Tómala porque confío en ti. Sé cómo cuidas las cosas, siempre te he observado lo delicadamente que tratas todo aquello que te rodea, por eso es tuya. Porque seguro que funciona mejor contigo que conmigo. Toma mi vida, es mi regalo de despedida.

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