jueves, 7 de noviembre de 2013

Con el otoño...

Con el otoño llega un sentimiento de nostalgia, una necesidad de mirar por el ventanal y ver cómo las hojas se despegan de las ramas, cada vez más desnudas, y se pierden en montañas de más como ellas que han bailado frenéticamente hasta acabar alfombrando el suelo. Me divierte ver a los niños jugar con las hojas, bailar entre el marrón y el verde y reir al crujirlas con sus pisotadas de enanitos adorables. Me gusta el otoño. Me gusta amodorrarme bajo la manta con mi gatita enroscada en el regazo. Me gusta el otoño, es un auténtico gustazo.

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