viernes, 17 de junio de 2011
De la Tierra. De la Música.
Hoy me he permitido el lujo de adentrarme en el mundo de la música New Age y he encontrado una creación maravillosa. Se llama "Song of the Spirit" de Karl Jenkins, uno de los fundadores del grupo Adiemus que ideó la genialidad de un lenguaje ligado a la tierra y no al raciocinio, una lengua que nos uniera a todos a través de sonidos más antiguos que nosotros mismos. Y no he podido evitar sentirme empequeñecida por la fuerza sobrenatural de esta composición. Es como si el propio espíritu de la Tierra emanase de cada nota y te envolviera con su profunda y ancestral voz. También me he regocijado escuchando a la genial Enya, cuya música me es muy familiar porque me ha acompañado durante una buena parte de mi vida y siempre he admirado ese matiz de atemporalidad que impregna sus obras. Uno de los más claros ejemplos es Cursum Perficio, voz de ultratumba, de más allá del Origen, de todos los Tiempos. Eterna. Como la música misma. Quizá, se me ha ocurrido pensar, la Naturaleza nos habla a través de la música y sólo aquellos capaces de comprender el significado de sus palabras son capaces de transcribirlas y hacernoslas llegar al resto de la Humanidad a través de un lenguaje primigenio que no tiene otro código más que las sensaciones. La Música.
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