martes, 13 de agosto de 2013
El grupo XXI.
Ellos también querían formar parte de la historia, de esa historia reservada a unos pocos, olvidada en los libros, la que surge de las proezas creativas y no de la pluma del vencedor de la guerra. La misma que se había forjado en espacios clandestinos a lo largo de los siglos. Ellos no eran menos. Eran "El grupo XXI" en referencia al siglo en el que desarrollaron toda su actividad. Aprovechaban la oscuridad y quietud de la noche cerrada para reunirse en sitios secretos para escribir, conversar de los temas más candentes, de ciencia, medicina, arquitectura.., y de los olvidados pero no menos importantes y sobre todo para hacer música, la pasión que los unía. Trabajaban con fervor y se guardaban muy mucho de hablar de sus salidas nocturnas. Cuidaban al extremo cada detalle conscientes del valor de pertenecer a ese grupo y custodiaban sus documentos y creaciones como si se tratara de mercancía ilegal que debía permanecer oculta para que no les fuera arrebatada. Buscaban nuevos conceptos, nuevos temas, nuevas armonías en clubes de todos los contienentes, componían mezclando en sus obras códigos cifrados para que se preservaran en el tiempo y fueran descifrados únicamente por aquellos que verdaderamente pudieran reconocerlos y valorar las obras en un futuro. Eran jóvenes artistas que de día tenían una apariencia muy normal, que pasaba desapercibida y de noche escribían el avance, el progreso.
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