Esta pasión mía enfermiza por ti me está matando. Ya no puedo pensar con claridad sin que tú te me aparezcas entre ráfagas de pensamiento. No hay voluntad propia en mis actos, mis pasos ya no buscan otro camino que no sea el que me lleve hasta ti. Ayúdame a tomar de nuevo el control de mi mente y mi cuerpo, que parecen más tuyos que míos. Enséñame de nuevo a caminar según mis designios y no los tuyos. Enséñame porque parezco haberlo olvidado por completo.
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