Hoy he sonreído un poco al verte cantar junto a mamá. Si supieras lo feliz que me hace oírte, ver que pones todo tu empeño porque salga adelante el proyecto de coro para la boda de nuestros amigos. Creo que mamá también ha notado un pequeño cambio en ti, una reminiscencia de lo que fuiste y que habías dejado morir por la maldita depresión. Quizá no haya entendido del todo qué te pasa, qué te ha llevado a semejante situación, pero sé que no es tu estilo, que tú eres el optimismo en persona, la alegría de la huerta. Sólo espero que algún día puedas escapar de esto que te consume, y que nos liberes a todos de este bruma de nostalgia y desilusión. Danos tu presente y vívelo como solías hacer, con esa sonrisa tan grande que irradiaba energía vital por doquier. Nada es lo mismo sin ti. Eres el motor, el que tira de las emociones de todos nosotros. No nos acostumbramos a tener que tirar de ti. Por favor, sal de esto, te necesitamos como antes. Los políticos, el trabajo, los problemas familiares.., no merecen quitarte la ilusión, tu vida. Vuelve con nosotras y sé el que eras.
Con cariño,
De tu hija.
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