Si me toca, caballero,
¡gemiré! ¡Aullaré!
Será mi cuerpo entero su segunda piel.
Beberé de su cuello y de su miembro tan hambrienta esté.
Seré su pequeña fiera indómita y usted, caballero,
usted habrá de darme de comer.
No se fíe de mi aspecto, se lo advierto.
Si me roza, caballero...
¡Aullaré!
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