Llévame a lo oscuro,
¡y bésame, canalla!
Que nos sorprendan los escalofríos,
que nos apremie el alba.
Atrápame en lo oscuro,
¡y ámame, canalla!
Que me envuelvan tus brazos,
que se me rebele el alma,
en este coche diminuto,
al rayar la madrugada.
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