miércoles, 14 de diciembre de 2011

Hasta que se me caigan los dedos.

Te escribiré sin parar hasta que se me caigan los dedos, a ver si en el afán de describir con palabras lo que siento por ti te materializas, te presentas ante mí y me obligas a parar con un beso. Entonces y sólo entonces me alejaré de la escritura para perderme en ti hecho realidad. Entonces y sólo entonces recorreré tu cuerpo saboreando cada palabra.

Cuando seamos libres.

Cuando seamos libres

dejemos de esperar primaveras,

olvidemos tierras muertas

y tiempos difíciles,

reiré contigo a pierna suelta

sin importar lo que venga.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Pienso en ti.

Pienso en ti en cada momento. Rellenas todo vacío en mi vida. Ahora tengo una razón por la que sonreír, aunque no sepas nada, aunque no intuyas nada. Porque todo esto me está sucediendo a mí, me está cambiando por dentro, sin hacerte partícipe de tanta felicidad. Pero no lo dudo, pronto te lo haré saber, pronto te diré que me has renovado, que te admiro, te llevo dentro, eres parte de mí, te quiero. Porque no sé cómo ha podido llegar a suceder, pero así ha sido y así es. Me gustaría poder tenerte en este mismo instante a mi lado para susurrarte muy bajito todo lo que me has cambiado aún sin quererlo, sin porponértelo. Y parar el tiempo y besarte y darte cada gota de mi vida en cada beso. Porque aunque no lo sepas, porque aunque no lo creas, TE QUIERO.

martes, 6 de diciembre de 2011

Culpable.

No puedo dejar de culparme por haber dejado que esto llegara tan lejos. Poco a poco me he ido enamorando sin saber por qué. Todo es perfecto en mi cabeza. Ambos somos felices. Sin embargo es demasiado evidente que no ocurre lo mismo en la realidad. Que algo nos separa. Que se nos hace difícil romper la barrera. Quizá todo fuese más fácil si me alejara de ti para siempre, si lograra expulsarte de mi mente y rellenar tu vacío con un recuerdo aún más vívido. Quizá así podría liberarme de este imposible enfermizo del que sólo yo soy culpable.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Cómo puedo convencerte?

Dime por favor cómo puedo convencerte de que eres grande, de que eres importante para mí, de que te mereces una vida plena, de que eres un ser espléndido, de que sufriendo tú sufro yo, de que algún día, cuando dejes de verlo todo negro oscuro, te reirás de tus miedos, tus fracasos, tus errores, tus desilusiones y pisarás tus límites para echar a volar y ser libre por fin, de que arderás para renacer de tus cenizas y ser lo que siempre quisiste. Dime cómo puedo hacer para que entiendas que todo lo que te digo es sincero, mi mejor consejo, mi mejor lección, la que yo misma he aprendido y sigo aprendiendo y quiero compartir contigo ahora que empiezo a entenderlo, a conocer sus efectos. No huyas, no te sometas, que no te supere la situación, que no te doblegue. Cúrate de esa pesadumbre que te atormenta y engrisece. Apóyate en mí, en ti. Y cúrate. Vuelve a ser quien fuiste o mejor. Eres un ser en potencia y quiero ser testigo de tu metamorfosis. Con todo el cariño. Ana.

Cuando desapareces.

Cuando desapareces soy vacío, cuerpo errante, mar de infelicidad, aullido a la luna. Te busco entre los recuerdos cristalinos de los fugaces momentos que vivimos y me pierdo en un flashback sin fin. Camino divagando entre la neblina de los retazos del recuerdo aferrándome a tus manos fantasmales, a tu cuerpo etéreo, tus ojos lejanos. Te quiero de nuevo aquí conmigo, como antes y sentirte no como un espectro sino como lo que somos hoy.

Jamás.

Jamás dejé de quererte. Jamás renuncié a ti. Jamás te daría la espalda. Jamás dejaría de pensar en ti. Jamás permitiría que cayera el olvido sobre tu recuerdo. Jamás te vendería por un sueño. Jamás dejaría que te fueras sin hacer lo imposible para impedirlo. Jamás me perdería un amanecer en el hueco de tu abrazo. Jamás dejaría de soñarte. Jamás soltaría tu mano. Jamás dejaría de escribirte, cantarte, dibujarte, amarte. Te prometo que haré lo imposible por hacer realidad el condicional. Jamás te diré adiós.