martes, 23 de julio de 2013

Os quiere, vuestra hija.

No lo soporto, de verdad que no. Les veo tan cansados, agotados, derrotados en el sofá tras un duro día de trabajo... Mi mente parece no tener escrúpulos para con mi corazón y como si de un programa de ordenador se tratara, los avejenta pintándoles canas, arrugas y manchas. No soporto pensar en el inexorable paso del tiempo que hace mella en ellos más que en nadie y yo sin poder evitarlo acudo al esperpéntico espectáculo de la vida sin poder hacer nada para remediarlo salvo llorar a solas mientras tecleo penosamente cada palabra como si fuera una sentencia de muerte. No quiero ver cómo se marchitan. Es tan injusto que yo me esté acercando a la plenitud de la juventud y que ellos ya no puedan recuperarla.., que quisiera sacrificarla para que ellos vieran un segundo renacer.

Prometo desde aquí hacer todo lo posible para que vosotros viváis con tranquilidad y podais exprimir cada segundo de esta vida como mereceis, con alegría y optimismo.

Os quiere,

vuestra hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario